Mira que me han dicho que no lo haga, que no están las cosas
asentadas y que las informaciones todavía no ofrecen una visión completa del
asunto, que, como en todo, es posible que haya matices y que era bueno poder
saber de primera mano qué dicen todas las partes. Y es verdad, debería callarme
y no hablar del tema, pero es que Urbano Seco, el alcalde de Gordoncillo, no me tiene pinta de ser un maestro capaz de
maltratar a un niño, pero resulta que hay un juez que dice que sí
lo es. No seré yo quien discuta su fallo y menos desde el desconocimiento total
de los hechos. No, no es eso, no quiero tomar parte ni por Urbano, ni por
quienes lo acusan, porque sencillamente no tengo ni idea de lo que pasó en el
colegio.
He preguntado, he querido saber, porque me parecía extraño y me
han dicho que pudiera ser mejor no hablar de esto, que hay muchas derivadas y
no está todo claro, que al mezclarse también la política hay al menos razones
para pensar que el modo en el que se ha hecho pública la noticia pudiera ser
interesado. Sí que es cierto que llama la atención la contundencia con la que el partido se apresura a tramitar
la baja como militante de uno de sus alcaldes con mayor trayectoria al frente
de su municipio, alguien que ha conseguido una transformación decisiva para el
futuro de su pueblo y de la comarca con apuestas arriesgadas como la que
condujo a la creación de las bodegas Gordonzello, un proyecto para el que hubo
que aunar la voluntad de ciento un propietarios que creyeron en la idea de
Urbano Seco y otros que como él supieron ver en la tierra, en los majuelos, en
el vino, la única vía de salida para evitar la despoblación definitiva. No digo
yo que por eso haya que perdonarle cualquier cosa, no me malinterpreten, es
solo que me llama la atención la celeridad con la que el PSOE le enseña la
puerta de salida a un político de raza, uno de esos que no son sencillos de
adocenar, uno de los que hablan claro siempre que tienen ocasión. Sí, ya
sabemos que los socialistas leoneses andan divididos, lo sabemos porque lo han
dicho y lo han hecho patente, la pregunta es si esta crucifixión pública del
alcalde de Gordoncillo es solo por haber cometido la barbaridad de agredir a un
niño en el colegio, lo que sin duda merece castigo, o si además de eso interesa
airearlo todo bien por alguna inocente razón. No lo sé. Y lo curioso es que
todo el mundo me ha dicho que de este tema era mejor no hablar.
Siempre se está a tiempo de generar nuevas sinapsis facilitando la
creación de caminos alternativos para transmitir la información, eso me dicen.
Me dicen también que el truco está en saber qué y cómo hay que estimular.
Siento que eso es algo que vale para todo en la vida, que es algo así como una
neurofisiología intermitente, un conectar y desconectar, encender y apagar –
acuérdense de lo que les dije el otro día de las farolas, parece que la cosa es
que en algunos barrios lo hacen a mano y por eso esta mañana, a las ocho
y cuarto, daban ganas de poner las largas al pasar por la Inmaculada- de manera
que la cosa está en saber bien qué y cómo estimular. Eso me gustaría saber
ahora que escribo para ti. Me gustaría saber dónde tienes el click, el
interruptor que se debe encender y el modo de ponerlo en marcha. Eso es lo que
hacen los que generan opinión: colocar la noticia exacta que permite al
estímulo recorrer nuevos caminos para generar una nueva sensación. Y lo que no
vaya por donde debe, se corta. ¡Vaya que sí se corta!