Buscar este blog

viernes, 5 de junio de 2015

Farinato Race. (En Hoy por Hoy León, 4 de junio de 2015)

Desde que lo probé en la Plaza de Ciudad Rodrigo, gracias a mi amiga Concha, mirobriguense de las de Carnaval del Toro y Campana Gorda hasta quedarse afónica, el farinato es una de esas pequeñas delicias que uno pone en su lista de las cosas que quiere volver a probar. No estoy hablando de bocados exquisitos ni sofisticados platos de imaginativa elaboración, que también me gustan, no vayas a pensar, sino de pequeñas obras maestras fruto de la necesidad o de la imaginación. Pienso en la tortilla guisada, la ropa vieja o, si me apuras, en la interminable lista de platos de cuchara que crecen en los fogones alimentados por lo que haya en la despensa, al calor de la improvisación y el genio de esa mano que sabe hacer de la necesidad virtud. Es, ahora que te imagino en la cocina peleándote con el guiso de hoy, en muchos sentidos salvar una carrera de obstáculos.

Te veo pelando las patatas mientras repasas mentalmente lo que queda en la alacena, lo que tienes en la nevera, calculando si puedes evitar un día más bajar al súper, porque sabes que salir a hacer la compra es otra carrera de obstáculos y la retrasas cuanto puedes. Y es entonces cuando escuchas el anuncio de lo del Farinato Race, la carrera de obstáculos extrema que se celebrará mañana en el Parque de la Lastra, con salida y meta en el parking de los campos de rugby del Área Deportiva de Puente Castro. He visto vídeos de algunas de las pruebas. No te haces idea del sufrimiento que propone esta carrera: saltar paredes, subir cuerdas, correr entre barrancos, por el agua, arrastrar neumáticos con cadenas, correr con troncos a cuestas, arrastrarse bajo alambradas de alambre de espino,… No sé decirte. A mí me duelen hasta las pestañas solo de pensarlo. “Alístate”, dice el reclamo de la empresa que organiza. No es apúntate, inscríbete, regístrate. Es un llamamiento a la guerra: “alístate”. Y así ocurre, que los participantes deben firmar un papel en el que se dicen cosas muy serias acerca de los posibles riesgos. Algo así como un cheque en blanco contra las responsabilidades de la organización. Y, lo curioso, es que, por lo que sé, la gente se apunta y participa en el evento y se lo pasa en grande dejándose la piel en los obstáculos. Creo que es que tenemos muy buen entrenamiento, aunque no nos damos cuenta. Estamos tan hechos a aguantar, tan acostumbrados a sobreponernos a cualquier obstáculo que llevamos un entrenamiento de primera para esto del farinato extremo. Pero, mira, Concha, no le veo yo la gracia al invento este del de tu pueblo y eso que creo que la idea ha tenido muchísimo éxito y hay hasta una especie de club en el que se habla de la Vida Farinata, una suerte de american way of life a lo Ciudad Rodrigo.


Hay un aspecto muy interesante en esto de la carrera de marras, porque es justo este fin de semana en el que los partidos políticos están acelerando el proceso de conversaciones para poder cristalizar algún acuerdo. Me imagino que la reunión del lunes será una reunión a la que todo el mundo llegue con los deberes hechos y que la negociación estará ya bastante avanzada, de modo que se hayan superado todos los grandes obstáculos. Una vez sobrepasada la barrera de la imputación para los electos y no encontrarse ninguno en este momento entre las filas del PP, parece que Ciudadanos ya no tiene reparos en permitir que Silván coja la vara de mando. ¡Cuidado con el guiso, que te tengo tan entretenida que se te quema!

No hay comentarios:

Publicar un comentario