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sábado, 7 de junio de 2025

Como oro en paño. (En Hoy por Hoy León, 6 de junio de 2025)

 

Al pasar por el entorno de la estación de FEVE de León, por esa calle de urbanización limpia y moderna que se abre al parque y a la zona de juegos, que regala estampas bucólicas de familias disfrutando de la tarde, cuando se llega a la estación propiamente dicha uno puede observar el reloj del andén detenido y no sé si digo detenido el andén o detenido el reloj o detenido todo, hasta la estampa bucólica de los jardines y unas parejas sentadas en los bancos a la espera de ningún tren. Todo congelado en el calor de una tarde de primavera.

El reloj de la estación marca las doce en sus dos esferas. Entiendo que ha sido voluntariamente colocado en esa hora y que no ha querido el capricho del destino que haya detenido su marcha en una melancólica medianoche o en un luminoso mediodía. Al ver las manecillas apretadas contra las doce, algo en mí también se ha detenido, como buscando un tiempo en el que llegaban los trenes, un tiempo en el que todo aquello era aparcamiento; uno ya va teniendo memoria de la ciudad y eso da miedo porque te hace ver lo cerca que pudieran estar esas manecillas paradas para algo que no fuera el tren.

Y digo yo que la entrada en el andén del ferrocarril no rompería esa estampa bucólica, sino que le añadiría un extra de dinamismo, más allá de los columpios y los juegos infantiles. Las manecillas del reloj no deberían moverse hasta que circulen los trenes. Deben permanecer en señal de protesta señalando al cielo para ver si hay algo que se mueve y rompe esta estampa de belleza estática; pero debe llegar el día en el que por fin se muevan, el momento en el que ese paseo delicioso desde Álvaro López Núñez hasta la Universidad por el trazado de la vía estrecha sea un paseo imposible porque el tren de la montaña vuelve a mover el tiempo en el centro de León.

Es un reloj precioso. La estación luce hermosísima. Está faltando el tiempo para que el tren vuelva a movilizar ese hermoso dibujo y conservarlo como oro en paño porque es identidad leonesa.

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