Buscar este blog

domingo, 21 de enero de 2018

El lado malo del aluminio. (En Hoy por Hoy León, 19 de enero de 2018)

Toda la vida tapando el pollo con la parte brillante del papel de aluminio para afuera y ahora resulta que eso es malo. Seguro que te ha pasado. Seguro que en algún momento has dudado si el pelo de la manta tiene que ir hacia dentro o hacia fuera. Hasta que te has parado a pensar y has visto cómo tienen que ser las cosas. Lo malo del papel de aluminio es que a primera vista no se te ocurre una razón para decidir qué lado tiene que estar en contacto con los alimentos y qué lado debe quedar al aire. Ya sabes que hay una parte más pulida, más brillante, esa que todos tendemos a dejar cara afuera.

Déjame que te diga que estamos cometiendo un error imperdonable. Precisamente hay un lado del papel que está pulido y es brillante para formar una especie de barrera que impida el contacto del aluminio con los alimentos, porque, al parecer, ese contacto podría producir algún tipo de toxicidad, si bien supongo que mínima, porque si fuese significativa yo ya estaría muerto. ¡Qué curioso! Nos lanzamos al uso de lo cotidiano sin mirar ningún manual de instrucciones, sin hacer ningún curso sobre el manejo de los peligros potenciales. Menos mal que están los grupos de Whatsapp para instruirnos y ahora ya podemos andar con ojo y poner la parte brillante del papel de aluminio contra el pollo para que haga su función de barrera, por mucho que nuestro sentido estético nos impulse a dejar mono el paquetito y hacer las cosas al revés. Envolveremos la tortilla como debe ser a partir de este instante. Y me dirás: si tan malo es el aluminio para los alimentos, ¿por qué nos han generado la necesidad de usarlo creando montañas de residuos que además no deben de ser fácilmente reciclabes? ¿Por qué no hacen papel de aluminio con barrera brillante en las dos caras?

Respuesta: es el mercado, amigo. ¿No te habías enterado? Es demasiado caro dar brillo por todas partes. No interesa. Coloca el papel del modo adecuado y no pidas explicaciones por los años que llevas haciéndolo mal, que eso solo es problema tuyo. Por eso, porque el mercado es como es, la comisión de las Cortes de Castilla y León para esclarecer lo que ha pasado con las Cajas tendrá solo el brillo justo. Comparecerán los máximos responsables para que con brillo máximo expliquen que -¿quién lo podría dudar?- ellos no tenían nada que ver con lo que pasó. Se evitará que tengan que dar explicaciones algunos de quienes estuvieron en los Consejos de Administración y conocieron de primera mano cómo se tomaban las decisiones. Ha sido un pacto de caballeros, un pacto entre PP y PSOE para que el brillo del papel de los políticos en la gestión de las Cajas quede donde debe.

A mí, de todos modos, me parece que ese bocata ya hace tiempo que está fuera del envoltorio. Entre la atrevida gestión de políticos que poco sabían del mundo financiero y los intereses de la gran banca, se vino abajo una idea que era como una espinilla en el sistema: bancos con vocación social, cuyos dueños son los propios impositores y no los accionistas. Una rara avis en este mercado voraz que necesita deglutir todo lo que huela a pasta. Y el mercado, amigo, lo hizo por la vía más fácil, la vía de envolver el bocata de chorizo con la parte brillante hacia afuera para encandilar a cuatro advenedizos. Ya sabes, amigo, vigila tu modo de envolver la tortilla: te puede envenenar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario