Pues resulta que esta semana
se ha reunido la Mesa Regional de la Patata y, en el marco de esa reunión, la
Consejera Silvia Clemente ha aprovechado para anunciar que antes de fin de mes
se aprobará el decreto para la Creación de la Organización Interprofesional de
la Patata, con la finalidad de potenciar los mecanismos de estabilización del
mercado en las distintas campañas de producción. Yo, qué quieres que te diga,
me alegro mucho. De verdad, que conste que lo digo de verdad, que en mi pueblo
se cultiva mucha patata y me parece que es necesario proteger a los productores
de patata, como de tantas otras cosas, en el sentido de que no se entiende que
haya tanta divergencia entre el precio que cobran los agricultores por sus
productos y el que pagan los consumidores por ese mismo producto etiquetado,
envasado, transportado y colocado en el escáner del supermecado. Tengo que
reconocer, no obstante, que no me conozco las necesidades del sector de la
patata y tampoco puedo decir mucho más de si me gusta freírlas cortadas en
dados, alargadas o en redondo para hacerlas al pelotón. Pero el tema me
interesa, porque me habla de lo que venimos hablando desde hace siglos, que por
qué si las patatas se pagaban en origen a 4 céntimos el kilo hace un par de
semanas, en el súper valen como poco casi un euro. Y no me pasa solo con la
patata, aunque en la estadística de la Empresa Nacional de Mercados de
Abastecimientos que he consultado, el caso de la patata, junto con el de la
cebolla, es el más grave. Casi que hace llorar. La cebolla va de 8 a 99
céntimos, que tampoco está nada mal.
Manos Unidas organiza este
año ya la sexta edición de su Festival de Clipmetrajes “Tu punto de vista puede
cambiar el mundo” en una iniciativa para sensibilizarnos con respecto al
problema del hambre. Dicen en la campaña de lanzamiento del Festival que “a
pesar de que actualmente producimos más alimentos que nunca antes en la
historia, 805 millones de personas no saben si podrán comer cada día. El
Festival de Clipmetrajes de Manos Unidas quiere sumar esfuerzos y puntos de
vista para concienciar sobre el hambre y sus causas”. Vamos que el tema este
mío de la patata y la cebolla son pecata minuta al lado de lo que se cuece a
nivel global, porque si ya es problema pasar de 4 a 89 el precio del kilo de
patatas, mayor problema es ver que haya tantas personas en el mundo que de
ninguna manera, ni a cuatro, ni a tres, ni a dos, puedan comprarlas. Hay unos
chicos de un Instituto de León que participan en el concurso. Han hecho un
vídeo muy reivindicativo, que se puede ver en internet, que titulan
“Desalambremos nuestros corazones” en el que nos hablan de la importancia de
obtener un precio justo por las cosechas que garanticen un nivel de vida digno
para los agricultores. Cosas que se ven muy claras cuando uno tiene quince o
dieciséis años y que luego se van enturbiando vaya usted a saber por qué
razones. El caso es que se ha reunido la mesa de la patata y que se habla de
constituir una organización interprofesional en la que estarán representados
productores, transformadores y comercializadores, algo así como el corro de la
patata, ya sabes, al corro de la patata, comeremos ensalada o lo que se tercie.
En el periódico en el que leí la noticia decía, no sé si sería una errata, que
se analizó la existencia de una organización francesa similar que viene
funcionando con éxito desde 1977. Solo son 38 años de diferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario